Juan Fernández
Alarcón es un nombre que a lo mejor a muchos de vosotros no os suene. O quizás
sí, depende de la edad que tengáis. Yo voy a ser sincero, oí hablar por primera vez de él en verano, cuando caí
en la cuenta de que se cumplía el treinta aniversario del ascenso del CD Villanueva a Tercera. En
ese momento, me pregunté quién había tenido el honor de ser el capitán del
ascenso y de la primera andadura en tan importante categoría. Entonces descubrí
su figura.
Y tanto que
Villanueva sonaría con fuerza en campos de Málaga, Almería, Granada, Jaén
o incluso Melilla. Y enfrente de aquella histórica plantilla, portando su
brazalete estaba él. “Ser capitán
siempre es un gran honor y había que intentar estar a la altura de esa
representación dentro del equipo”. No sólo fuera de nuestras fronteras dio que
hablar el Villanueva, sino que el San Blas se convirtió durante años en un
complicado fortín de donde pocas veces se escapaban los tres puntos. “Aquellas
tardes de domingo en el San Blas son inolvidables. En Villanueva no se hablaba
de otra cosa”.
Cómo él mismo
nos cuenta, empezó a jugar en competiciones provinciales desde los años 70, en
los orígenes del gran CD Villanueva que veríamos en la década posterior. Aquellos
tiempos, nos dice Alarcón, “éramos una generación de amigos y compañeros que
nos gustaba jugar al fútbol y representar a nuestro pueblo”. Poco a poco, este
central contundente pero que se sabía
defender con el balón en los pies según los que lo vieron fue asentándose como
uno de los ejes del equipo. Él mismo nos recuerda como era como futbolista. “Me
definiría como un jugador que mantenía mucha regularidad, con visión de juego y
que se defendía bien en el juego aéreo”. Poco a poco fue creciendo como el
resto del conjunto villanovense. Tanto que, primero en mayo de 1982, se encontraron a
las puertas del ascenso, y apenas dos meses y medio después, dentro de la
categoría que tanto había ansiado el pueblo de Villanueva del Arzobispo.
Rememora el
ascenso como un hito sin precedentes. “Fue un acontecimiento en la sociedad de
Villanueva, algo que despertó gran expectación y que supuso que el nombre de
Villanueva se conociese por toda Andalucía”.
Alarcón el 3º de pie por la izda. al lado de Carrero |
Una temporada
espectacular llevó al CD Villanueva a finalizar tercero en la tabla
clasificatoria, a un suspiro del ascenso, pero con la consolación de jugar la
Copa del Rey. Otra cita para la memoria. Alarcón se traslada a las
eliminatorias ante Málaga y Granada y nos
dice que “mi imagen es de una
afluencia de público impresionante ante equipos de primera categoría”.
De aquella
preciosa etapa de nuestro fútbol, Alarcón nos transmite que “de todos mis
compañeros guardo un bonito recuerdo, pero siempre los del grupo de Villanueva
teníamos momentos de más sentimiento”. No es para menos para un grupo que
saboreó las mieles de un éxito sin parangón. Un tiempo en el que grandes
entrenadores y jugadores locales y de toda la provincia defendieron nuestro
escudo. Es incontable la gente que puso su granito de arena particular para
mantener en Tercera División durante 6 campañas a un conjunto humilde como el
nuestro. La receta nos la da nuestro protagonista: “Sin ninguna duda, la
exigencia y la disciplina de trabajo de gente como Domínguez, Porlán, Chema
Bueno, Chicote, Manzano, Manolo Haro…” Y cómo no, también esencial la labor de
directivos que a pesar de su inexperiencia en tan importantes lides siempre trabajaron
codo a codo por el club. “Ellos representaban uno de los pilares que sostenía
todo el trabajo que hacía posible que un club modesto llegara a ilusionar a
tanta gente en Villanueva”.
Rebobina su
memoria también para hacer mención a las estrellas, a los que más destacaban en
su opinión. “Nuestro portero Carrero así como goleadores como Carles, Crespo o
Chemi son inolvidables. Estaban a la altura de los mejores jugadores que
recuerdo de entonces, como Márquez del Linense, Bolívar del Marbella o nuestros
paisanos jiennenses Toral del Úbeda y Cuesta del Martos”.
Nos pica la
curiosidad sobre cómo afrontaban aquellos viajes tan largos. Alarcón nos saca
de dudas. “Al inicio resultaban ilusionantes, pero a la vuelta se convertían en
agotadores por las distancia a las zonas de Málaga, Cádiz, Almería… Volvíamos
de madrugada el domingo y el lunes teníamos que trabajar y recuperarnos de los
golpes y las magulladuras del partido. A Melilla por ejemplo viajamos en barco
desde Almería, 8 horas de travesía”.
El CD Villanueva en la Rosaleda. Alarcón el 3º de pie por la izda. al lado de Chicote |
Ya casi para
finalizar le pedimos una anécdota que se le haya quedado marcada. “Siempre me
acuerdo de un golazo en propia meta que
le endosé a Carrero de cabeza en un saque de esquina, era el empate ante La
Zubia de Granada. Menos mal que al final terminamos empatando, porque te queda
sentimiento de culpa negativo”.
Con el paso
del tiempo, y a pesar de ser aún joven, a los 26 años se retiró del fútbol. Era
1984 y al CD todavía le quedaban algunos en la élite. Luego, la caída. Él la
valora así. Toda “Fue un ciclo que terminó agotado por el paso del tiempo. Dejó
el listón muy alto y lleno de recuerdos”.
Alarcón en una foto del año pasado con Rafa Nadal |
Ahora que han
pasado tres décadas y mirándolo con perspectiva nos preguntamos cómo recuerda
Villanueva aquella hazaña. Lo pensamos y no sabemos qué decir. Para Alarcón,
que desde hace tantos años como el ascenso trabaja en Sevillana Endesa y ahora
vive en Jaén, “aquellos años están
valorados suficientemente, pues significaron toda una alegría para nuestro
pueblo, que se volcó con su equipo de fútbol, y es un gran orgullo y
satisfacción haber formado parte de este grupo de personas que trabajamos por
escribir esa página en la historia deportiva de Villanueva del Arzobispo”.
Palabra de
capitán.
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