sábado, 27 de septiembre de 2014

CD Villanueva y Málaga se citan en el San Blas casi 30 años más tarde

- Jesús Sánchez Tudela - 
Esta tarde el Municipal de San Blas vivirá una cita para nostálgicos. El estadio villanovense retrocederá en el tiempo más de 29 años atrás para recibir de nuevo al Málaga, como ocurriera el 11 de septiembre de 1985 en la primera eliminatoria de Copa del Rey de aquella temporada. A partir de las 19.00 horas, los veteranos del CD Villanueva conmemorarán aquel hito junto a los Veteranos del Málaga CF, en un duelo atractivo en el que los aficionados podrán recordar una de las páginas más brillantes en la historia del fútbol villanovense.

Para el partido está confirmada la presencia de un par de jugadores que vistieron la camiseta malaguista aquel día así como otros ex jugadores más recientes como Merino, Padilla o Manolo Gaspar, y también algunos de los abanderados de la plantilla villanovense en aquella fecha como Casas o Ángel.

Dos clásicos villanovenses que disputaron aquel duelo y no podrán estar por sus compromisos personales son Carriquí, ahora coordinador y entrenador del Linares CF 2011, y Beli, entrenador de juveniles en Ibi (Elche). Por ello, hemos querido conversar con los dos emblemáticos zagueros, para trasladarnos en el tiempo y rememorar la semana de septiembre en la que el CD Villanueva tuteó a todo un CD Málaga.

Plantilla CD Málaga 85/86 - BD Fútbol
Para contextualizar la importancia del equipo malaguista en aquella época hay que tirar de enciclopedia futbolística. El CD Málaga era en 1985 un equipo recién descendido a Segunda pero con una amplia tradición en Primera División. Su entrenador por aquel entonces, Antonio Fernández Benítez, había ascendido al equipo en la campaña 81-82 y había logrado la permanencia durante dos temporadas, hasta que de forma inesperada en la 84/85 el CD Málaga baja a la categoría de Plata. Aún así de cara al regreso a Primera, el conjunto malagueño disponía en su plantilla de dos jugadores argentinos, el central Regenhardt y el delantero Mario Armando Husillos, un delantero chileno, Hugo Rubio e internacionales españoles en categorías inferiores como Canillas o Manolo Hierro, hermano de Fernando Hierro.

Con esos ingredientes, cruzarse ante todo un CD Málaga fue un boom en nuestra localidad. Para Beli, “fue la mejor noticia que nos podía pasar, porque era jugar en aquellos tiempos ni más ni menos que contra el CD Málaga, que era un equipo de Segunda División pero que había estado muchos años en Primera. Me imagino que la noticia fue como ahora cuando a un equipo de Segunda B le toca un Madrid”.

El equipo, pese a la diferencia de nivel entre los dos equipos, preparó la cita con mucha seriedad. Así lo exigió el míster de aquella campaña, Juan Lucena. Y así lo recuerda Fernando Carriquí. “No te lo vas a creer pero si es verdad que nosotros teníamos muchas ganas. Sabíamos que venía un equipo importante pero teníamos mucha ilusión de que podíamos pasar la eliminatoria. Ya nos había tocado un equipo fuerte anteriormente como fue el Granada y también le hicimos bastante sombra y por eso teníamos bastante ilusión”.

Carriquí
Beli
La ida se celebró en el San Blas con un ambiente increíble, acorde con la importancia del evento. En la mente de Beli se dibuja lo que fue aquel día. “Yo recuerdo, aunque hace ya tiempo, que donde está ahora el Pabellón, en esa zona, se puso muchísima gente porque no cogían en la grada.  Allí había una cuesta de tierra hacia arriba y recuerdo que esa zona se llenó porque ahí se veía bien el fútbol. Fue un partido sobre todo para la afición que lo pasó muy bien porque nosotros competimos a buen nivel”. Carriquí tiene un recuerdo similar. “Fue impresionante. Yo creo que la vez de Granada quizás fue más porque era la inauguración del alumbrado y era la primera vez. Pero vamos recordando cómo estaba el campo el día del Málaga no sabría decirte la cantidad de gente. Estaba todo lleno, por detrás de la portería, en la tierra aquella, hasta allí había gente sentada, fue impresionante”.

Crónica Diario Sur - Archivo JJ Fernández
El partido de ida según cuentan dos crónicas de la época del Diario Jaén y el Diario Sur respectivamente (gracias Juan José Fernández por guardarlas y compartirlas con Aficionado), fue de claro dominio villanovense. El Diario Jaén se hizo eco de “las numerosas ocasiones villanovenses en el inicio del encuentro” y de “la gran conjunción de la delantera villanovense que se lo puso muy difícil a la defensa malagueña durante la primera mitad”. El Diario Sur, por su parte, recogió que “de salida, el Villanueva empezó con mucha fuerza, con jugadas al primer toque y desmarques constantes de sus hombres que descompusieron las líneas malaguistas, sorprendidas por el buen juego local”. Fruto de ello, el CD Villanueva anotó dos goles prácticamente seguidos. En el minuto 12, Beli inició el ataque hacia Carlos por el centro, éste tocó con Casas, que fue de los más destacados aquel día. El capitán centró y Trujillo puso el 1-0. Sin tiempo de reacción, en el minuto 20, Ángel robó un balón a la defensa malagueña, se internó por la derecha y batió a Gallardo. 
Crónica Diario Jaén - Archivo JJ Fernández
El coraje villanovense superó a las florituras blanquiazules en la primera mitad. En la segunda parte, el Málaga introdujo un par de cambios, Popo y el argentino Husillos, que le dieron mayor movilidad. En el 47, metieron el miedo en el cuerpo acortando distancias. Husillos dio un buen pase interior a Canillas que perforó la red defendida por Soto. Pese a ello, como indica el cronista de Diario Sur, “a partir de ahí, el Málaga se vio impotente para superar a una buena y ordenada defensa del Villanueva que apenas sí dejó resquicio”. Y en cambio, el portero malagueño, Gallardo, realizó según el propio periódico malagueño, “muy buenas paradas ante los contragolpes locales de la segunda mitad”.

El pitido final trajo la victoria y un momento imborrable en la memoria de Beli y Carriquí y para el resto de los jugadores alineados aquel día: Soto, Diego, Paquito, Paquillo, Ángel, Rafa, Casas, Trujillo y Carlos más Carreira y Piccorelli. “La verdad es que ganarlo fue algo increíble, además el último día de fiestas, 11 de septiembre y viniendo el Málaga…el campo estaba como nunca…. y el ambiente…yo recuerdo cuando acabó el partido, mucha gente se tiró al campo…espectacular, nos dice Beli, emocionado. “Eso hay que vivirlo”, es la primera respuesta de Fernando Carriquí a la pregunta de cómo fue el post partido. “Lo celebramos como se celebran esas victorias,  con mucha alegría. Parece que estás en una nube, todo el mundo te felicita y te dice cosas,  estás en otro mundo”.

Beli abajo y Carriquí arriba en 1983
A la semana siguiente, el CD Villanueva viajó hasta Málaga para intentar la machada de superar la eliminatoria en La Rosaleda. Pese al revuelo del triunfo en la ida, los nuestros eran conscientes de la dificultad de su empresa. Carriquí nos lo confirma. “Era un equipo de la categoría que era e iba a ser complicado. Yo recuerdo que cuando llegamos, estaban regando el campo continuamente. Aguantamos un poco pero en la primera parte ya nos marcaron varios goles y ya fue imposible. Allí era complicado, porque ya habíamos jugado varias veces pero  contra el Atlético Malagueño, contra el Puerto Malagueño… pero llegar ante un rival de esa categoría en una Copa del Rey, con bastante gente viendo el partido… era muy complicado”.

Beli opina en la misma línea. “En el partido de vuelta, no tuvimos demasiadas opciones porque lógicamente la Rosaleda no es lo mismo que el San Blas. Ya no solamente en las dimensiones sino que nosotros también entrenábamos en tierra, jugábamos en tierra… Recuerdo que en los primeros minutos nos habían metido ya dos o tres... La verdad es que ellos sabían perfectamente que tenían que ganar y tenían que dar también una buena imagen porque la prensa además no habló muy bien del partido de ida de ellos. Pero la verdad es que bueno nosotros sabíamos que íbamos a la Rosaleda a disfrutar del partido y a disfrutar de la eliminatoria. También éramos conscientes de que la diferencia en todos los aspectos contra el Málaga era grande y que perder era algo normal”.

Crónica Diario Sur - Archivo JJ Fernández
Como nos comentan nuestros dos protagonistas, el CD Málaga no titubeó en el partido de vuelta y borró casi de un plumazo las ilusiones villanovenses. En apenas ocho minutos, del 27 al 35, el cuadro malagueño endosó tres goles a los de Juan Lucena. Popo primero y Husillos en dos ocasiones pusieron muy cuesta arriba la hazaña. En la segunda parte, pese a la buena actuación del guardameta Soto, el CD Málaga hizo más abultada la goleada con dos goles más, obra de Regenhardt y Recio, dejando el marcador en el 5-0 final.

El sueño de pasar de ronda se difuminó pero para el CD Villanueva siempre quedará el dulce sabor de haber superado a todo un CD Málaga. Un hecho histórico que muchos todavía recuerdan en el San Blas. Beli y Carriquí también tienen un hueco en su corazón para los instantes mágicos que vivieron aquellos días.He tenido muy buenos momentos en Villanueva pero aquel fue un momento de los que recuerdo muy bien y que fue de los más bonitos sin duda” nos dice Beli, que militó en el club villanovense doce temporadas (desde el 1976 hasta la campaña 88/89).  “Han pasado muchos años y muchas cosas pero la verdad es que aquella eliminatoria es de lo mejor que yo he pasado allí", nos dice Carriquí, que defendió la zamarra villanovense durante cerca de una década. Por tanto, palabras mayores.

Un viejo y bello recuerdo que hoy más de 29 años después podrá ser evocado por los villanovenses en el Municipal de San Blas. Un lujo para los amantes del fútbol local. Un lujo para los protagonistas de la mejor época del CD Villanueva. Un lujo para los que echamos de menos tiempos futbolísticos mejores. 

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